» Artículos Publicados » Café Clínico: “Aportes para la atención del paciente afásico&rdquo...

Café Clínico: “Aportes para la atención del paciente afásico”

Dra. en Fonoaudiología Claudia Ithurralde

Como fonoaudióloga - específicamente en mi rol de terapeuta del lenguaje – deseo acercar algunas consideraciones que estimo de importancia en el proceso de atención de la persona que padece afasia.  

La afasia, entendida como un trastorno del lenguaje que imposibilita en mayor o menor medida, la comprensión, la elocución o ambas, requiere por su complejidad, de un abordaje interdisciplinario. El equipo de salud compuesto por diferentes profesionales, involucra al/la fonoaudiólogo/a, desde los primeros momentos de la enfermedad dado que es quien tiene a su cargo el diagnóstico, pronóstico y tratamiento del trastorno lingüístico.

Inscripta en el marco de las Ciencias de la Salud, la Fonoaudiología forma parte del “…conjunto de los sistemas de saberes teóricos y prácticos que han ido siendo adoptados en la historia para la curación de los seres enfermos o para preservar la salud de los sanos”1 (1). Dicha categorización resulta de predicados básicos que les son comunes, tales como: a) Salud (normalidad); b) Enfermedad (patología); c) Curación (terapéutica) y d) Preservación (prevención).

Aun cuando estos conceptos fueron adquiriendo diversas connotaciones a lo largo de la historia social, ellos poseen una gran cantidad de significados nucleares que remiten a un mismo campo de prácticas humanas. Ahora bien, en cada configuración cultural o civilización, dichas prácticas se concretan de una u otra manera. 

Desde estas consideraciones, surge que la atención de la persona que sufre afasia, requiere no sólo comprender de qué se trata este trastorno (ponerle un nombre, enunciar diagnóstico) ni por qué lo tiene (conocer la fisiopatología, la etiología que lo originó) sino también qué significa para el paciente su padecimiento o bien ¿cuán enfermo siente él/ella que está?

“La frontera entre lo normal y lo patológico es imprecisa para los múltiples individuos considerados simultáneamente, pero es perfectamente precisa para un solo e idéntico individuo considerado sucesivamente... El individuo es el juez de esta transformación porque es él quien la padece, en el preciso momento en que se siente inferior a las tareas que la nueva situación le propone.” 2

El análisis de estas condiciones demanda un camino racional donde a la vez deben integrarse los procesos de vida del paciente; esto es, no puede soslayarse su historia cultural, social, laboral, como tampoco el particular momento en que aparece el trastorno.

En la atención de los pacientes debieran considerarse entonces dos vertientes que deben constituir una unidad: la científica y el cuidado, ambas necesarias y complementarias. La primera cultiva la competencia, focaliza sobre problemas técnicos a resolver tales como: diagnóstico, terapéutica, mecanismo fisiopatológico; la segunda vertiente mira al paciente en su contexto, analiza su situación replicas relojes particular, tiene en cuenta las variables que hacen a su individualidad. Para ello, resulta indispensable conocer al paciente y respetar su subjetividad.

Así, el proceso formativo del profesional de la salud involucra los componentes científicos, técnicos -propios de la disciplina-  y humanísticos integrándolos en forma equilibrada con la bioética. Esta, cuyos principios básicos se derivan del antiguo cuerpo ético hipocrático, implica el respeto por la autonomía del paciente, el conducirse con veracidad con él, respetar su privacidad y confidencialidad, y otorgarle la lealtad necesaria.

El diagnóstico fonoaudiológico consiste en determinar la naturaleza de una alteración relacionada con el proceso comunicativo lingüístico. Si bien es un momento significativo por cuanto de su valoración depende el pronóstico y gran parte del tratamiento de la alteración, la clínica no debe quedar subordinada a él. No debe ser entendido como algo cerrado sino como la construcción de conocimiento mutable y flexible.

Al diagnóstico inicial le sucede el pronóstico donde se evalúan las variables biológicas, biográficas, emocionales y rehabilitatorias que hacen a la particularidad de cada paciente.

En consecuencia, luego de realizada la evaluación y el pronóstico debe comunicarse a él y a su familia el resultado de dichas instancias y las sugerencias del tratamiento a seguir. 

Se inicia con el tratamiento una relación aún más estrecha entre terapeuta y paciente, donde se ponen en juego aspectos de conocimientos, éticos y afectivos. Por ello, es fundamental que la relación terapéutica se funde en la confianza y motivación. Tal como sugiere Geromini3  el paciente debe ser incluido desde la primera entrevista estableciéndose un espacio de encuentro aun cuando no pueda verbalizar su dificultad. 

El fonoaudiólogo acompaña al afásico en sus diversas fases del duelo por la pérdida o la modificación de sus capacidades comunicativas. A la par debe motivarlo para trabajar en pos de la recuperación de dichas capacidades. Es un contrato terapéutico: una parte del poder de decisión queda en manos del paciente. Debemos estar atentos a si: respeta su horario, muestra deseos por superarse, acepta sus dificultades o se empeña en negarlas. Y en este sentido, ¿cómo actúa el terapeuta?

La dinámica de la intervención excluye la sobreprotección: siempre se debe respetar y favorecer la autonomía del paciente. Sabemos de la repercusión psicológica de la afasia por cuanto no deben soslayarse los aspectos emocionales, los cuales requieren ser atendidos por el profesional psicólogo. A la par, es fundamental que el orologi replica paciente sea acompañado en el tránsito de la terapia por una familia comprensiva que brinde contención. La falta de asistencia psicológica es señalada como uno de los principales motivos de fracaso de la terapia.4

En mi labor con estos pacientes considero fundamental tener empatía (palabras, gestos, escucha), fomentar su autovaloración (ya que se sienten disminuidos), dar cuenta de porqué se aborda tal o cual contenido utilizando material acorde a la condición de adulto y a sus intereses, respetar todo contenido/material que traigan a la sesión, alejarse del tecnicismo y contar con formación permanente. 

La finalización de la atención se efectúa habiendo concordancia entre paciente y terapeuta. Debe ser progresiva, de modo que ambos puedan despedirse haciendo un cierre y dando lugar a una nueva etapa. 

Como terapeutas del lenguaje debemos prepararnos internamente para este y otros desenlaces dado el estrecho vínculo afectivo establecido a lo largo de la atención.

1 Lain Entralgo, 1961:11 en Samaja, J.(2007:26) Epistemología de la Salud. 

2 Canguilhem, G.en H.C. Doval (2013:88) El propósito de la medicina: lograr la salud y curar la enfermedad. Revista Argentina de Cardiología Vol 81 N°1

3 Geromini, N. Graciela Limitaciones de mayor jerarquía en la rehabilitación del paciente afásico. En www.adinarosario.com Recuperado el 10/1/2020

4 Op.Cit

 

Colegio de Fonoaudiologos de Rosario