"Explícita o implícitamente en nuestro discurso aparece la imagen desvalorizada que nos
hicimos de nuestro hijo a lo largo del tiempo, nos apena su dificultad, creemos que todo lo que emprenda será más complicado para él. Así sin quererlo le asignamos un rol, un rótulo".

Cuánto valor tienen estas palabras que hoy siguen vigentes; con la certeza de saber que
provienen de tantos encuentros con madres unidas por una motivación común, el bienestar de
sus hijas/os. Había mucho por decir, escuchar, emocionarse y soltar; y el lugar fue un grupo de
madres… (Grupo de madres. Fundación para la tartamudez 2009)

Es necesario reflexionar que ese rótulo del que hablan las madres está unido a todo lo que
socialmente se conoce y desconoce de la tartamudez y que conforma el mundo de las creencias
y representaciones sociales, con características de negatividad, vinculadas al temor, la
preocupación, y la angustia que provoca pensar en la posible presencia de la tartamudez.

Y así, tal como refieren las madres, se va constituyendo una “imagen desvalorizada de
nuestro hijo a lo largo del tiempo”; seguramente desde ese primer momento en que se comenzó a pensar en la tartamudez como posibilidad “diagnóstica” de lo que hacía el niño/a al hablar. Y ese primer momento toma especial relevancia cuando sucede en la primera infancia, y más aún, sin la posibilidad de resignificar esa creencia “diagnóstica”.

Wendell Johnson, ya en 1937 planteó que la tartamudez comienza primero en el oído de los
padres antes que en el habla de los niños. Juana Levin (2008) dice que “el lenguaje es con otro,
para otro y por otro”. Es justamente en la adquisición del lenguaje que debemos cuidar el
armado de imagen de hablante, los padres, y principalmente los fonoaudiólogos.

¿Cómo lo hacemos? Entendiendo que estamos dentro de la comunicación, entendiendo
nuestro lugar en el lenguaje, entendiendo que nuestro lugar como escuchantes del discurso del
niño/a determinará su imagen de hablante y su proceso de adquisición de lenguaje. Entendiendo que los síntomas del habla involucran al hablante y al oyente y hacen sufrir, pero también suelen movilizar en búsqueda de profesionales idóneos que podamos dar respuestas. Entendiendo la responsabilidad que esas respuestas generan, y trabajando sobre todo nuestra escucha.

Lic. Silvana Perfumo
Lic. Mara Ibañez
Octubre 2022

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